Mansión de los Cullen

-Si, yo se... pero... prefiero ser yo quien hable con ella- sonrei, -Ahora... cuentame algo de tu vida y de tu madre... que... perdon pero ando perdido- dije, a guisa de disculpa

-Giselle- repeti y un rayo de entendimiento me llego, -ay no!!- exclamé, -Rosalie me va a matar...- gemi desesperado

-No es por el descuido Kim- susurré abatido, mirandola fijamente, -Resulto ser un descuido muy hermoso- sonrei con ternura, -El hecho es que, yo ya era pareja de Rose cuando... bueno, cuando me lie con tu madre...- clave la vista en el suelo

Suspire
-Ojala tengas razon- sonrei y la mire, -Bueno Kim... ¿que planes tienes?- susurré en voz excesivamente baja, por si Rose estaba por ahi

-Pues... eh...- la mire, -¿Bienvenida a casa?- susurré, escuchando las carcajadas de Edward y Alice, provenientes de la habitacion de esta ultima

Rode los ojos
-Edward y Alice Cullen- susurré enfurruñado, -Mis "hermanos"- sonrei con cierto dejo de cariño, -Estan algo dañados- rei entre dientes, tocandome la sien con un dedo... El gruñido de Edward no se hizo esperar y me carcajeé, -Edward escucha voces y Alice... Ve cosas- rei estruendosamente

Aparqué mi flamante coche rojo al lado de un alto pino.
Había estado todo el día fuera cazando, en las montañas que rodeaban Forks.
Después de cerrar con llave, me apresuré para entrar a casa. Subí las escaleras del porche y fue entonces, cuando me fijé en que la puerta de la entrada estaba abierta. La empujé y entré a dentro, donde vi en el salón principal, a Emmet y a una muchacha.
-Hola -saludé de buen ánimo. Me fijé en esa chica y solo le regalé una pequeña sonrisa. A juzgar por su olor, era vampiresa...- He pasado el día fuera. Se me ha hecho extraño haber cazado sin ti, Emmet...

-¿Tú eres Rosalie? -dijo aquella chica sobresaltada. Arqueé una ceja. ¿Me conocía? ¿Le conocía a él?- Os dejo solos, Emmet. Iré a conocer a Edward.
En ese momento, aquella chica subió las escaleras principales y desapareció por los pasillos del ala este.
-¿Quién era? -pregunté curiosa y con una mirada seria. Frunci los labios y dejé mi abrigo en el sofá.

-¡Hermana! -saludó Alice alegremente con su típica sonrisa de niña feliz.
-Hola, Alice -saludé aún a la espera de la contestación de Emmet- ¿Por qué he escuchado unas leves carcajadas? ¿Quién era esa chica?
Me acomodé en el sofá.
-¿Acaso quería hablar con Carlisle? No parecía ser humana, desde luego. Y me ha impresionado que haya encontrado el camino a casa.

Entre en la casa y me encontre con Rosalie que parecia enfadada,Emmett un poco palido y a Alice tan hermosa como siempre-Hola chicos-sonrei y luego los observe-Me he perdido algo?

En el momento más inoportuno, el teléfono de la casa de los Cullen sonó haciendo un pequeño eco en la amplia entrada. Fue Alice quien contestó.
-Casa de los Cullen -contestó ella.
-Hola, Alice.
-Bella -dijo en voz baja- Eh, Edward no puede ponerse ahora.
-Sí, lo sé.
-Puedo intentar convencerlo para que se ponga -el tono de Alice seguía siendo el mismo, bajo...
-No te molestes. Sólo llamaba para que le dijeras a Edward que...
-¿Qué, Bella? -preguntó ceñuda, al no obtener respuesta alguna.
-...que tiene razón. Que sin él estaré mejor y que... Me vuelvo a Phoenix. Al menos de momento.
-¿¡Qué?! -exclamó Alice. Pero para cuando se dio cuenta, ya era tarde. Bella colgó el teléfono y ella no pudo ver su decisión en ninguna de sus visiones. No esta vez...

Le correspondi el abrazo y le sonrei-Te he echado mucho de menos-le dije mientras le acariciaba la mejilla-No se por que pero siempre me pierdo muchas cosas-sonrio-Menos mal que tu me las cuentas

Sonrei maliciosamente-Me pregunto que harias tu sin mi-suspire-Dime que lo que me he perdido no es malo-hice una mueca-Con las ganas que tenia de pasear un rato contigo-sonrio